• El producto reacciona en el aire con las moléculas de sulfuro de hidrógeno y similares y las neutraliza, evitando de este modo la emisión de malos olores a la atmósfera.


• Las moléculas que lo forman tienen la capacidad de reaccionar con la mayor parte de los compuestos generadores del mal olor y convertirlos en sales inertes, que no huelen ni son perjudiciales para las personas o el medio ambiente.


• Neutraliza los malos olores, no los enmascara.

PRUEBAS DE EFICACIA

• La eficacia de Smell Out como neutralizador de olores se evaluó en pruebas independientes utilizando panelistas
  entrenados (Odorimetria).
  
  
  
  • Vapores de humo de tabaco y amil mercaptano ("huevo podrido") se introdujeron en una sala de 1650 pies cúbicos a tres veces el nivel de umbral para la detección, y se usaron ventiladores para garantizar una circulación uniforme. La concentración atmosférica activa resultó ser de 0,01 ppm.
  
  
  • Se utilizó una prueba por separado para evaluar la efectividad de Smell Out para eliminar los olores de la cocina, partiendo de vapores recién producidos de cebolla y ajo. Se demostró que es altamente efectivo contra los olores de cebolla y ajo, mostrando una reducción del 47% después de 15 minutos.
  
  
  
  

• Depuradoras: vasos de decantación.


• Estaciones de tratamiento de residuos: En los depósitos de fermentación.


• Vertederos: Sobre la superficie.


• Secado de lodos: salidas de aireación.


• Balsas: Sobre la superficie o en su contorno.


• Industrias: chimeneas, puertas, otras zonas.


• Granjas: no perjudica a los animales y mejora los rendimientos y ciclos de engorde.

• Mediante brumización (en forma de niebla) en la zona más próxima a los lugares donde el mal olor se genera o donde este se emite a la atmósfera.


• Se recomienda una instalación adecuada: bomba de dosificación, tubos, boquillas, etc. También pueden utilizarse instalaciones móviles que consisten en una combinación de depósito, boquillas y ventilador.


• La dilución se encuentra habitualmente entre 1 litro por 1.000 y 5 litros por 1.000 de agua.


• El consumo dependerá del número de boquillas y de su caudal y del área a tratar.